domingo, 30 de diciembre de 2012

De Ruedes al cielo

De Ruedes al cielo El segundo hijo de un joven matrimonio afincado en la parroquia protagoniza el tercer bautizo que se celebra en los últimos siete años escrito 17.09.12 - 02:42 -por NACHO PRIETO | GIJÓN.
Los nacimientos son poco habituales en las parroquias rurales, aunque hay excepciones que confirman la regla, como es el caso de Carlos Blasco Lozoya, que protagonizó anteayer el tercer bautizo en siete años en la parroquia de Ruedes. El dato lo aporta su padre, Sergio Blasco, y, aunque no es oficial, el párroco Albino Laruelo confirma que, ciertamente, son muy contadas las veces que se usa la pila bautismal de la iglesia. Similar percepción tiene también Mari Fe Antuña, presidenta de la Asociación de Vecinos, que constata el asentamiento en la parroquia de algunas personas de «mediana edad», pero pocas parejas jóvenes que puedan invertir las estadísticas que reflejan el envejecimiento de la población rural. Mientras los ganaderos regalan leche en señal de protesta por el bajo precio que consiguen de las industrias y plantean todo tipo de dudas sobre si es posible vivir del campo, Sergio Blasco y su esposa, María Lozoya, están absolutamente convencidos de que, al menos, sí es posible vivir en el campo. En su caso, no es apego al terruño, ya que nada les vinculaba a Ruedes cuando hace siete años decidieron comprar un terreno, construir en él su casa y gozar de la tranquilidad y la belleza que no sentían en el piso alquilado de Gijón en el que iniciaron su vida en común. Ambos, rodeados de sus hijos y acompañados por el perro Urco y la gata Delos, están absolutamente convencidos de que vivir en el campo es lo que les gusta y tienen que esforzarse para encontrar algún inconveniente a su 'modus vivendi' cuando son preguntados al respecto. Los dos son veterinarios y trabajan fuera de casa, pero, incluso con jornada habitualmente partida, se las arreglan para comer la mayor parte de los días en Ruedes. Y es que, aunque es una carretera estrecha y poco transitada la que lleva hasta su casa, afirman que en sólo 15 minutos se colocan en el centro de Gijón, donde Sergio nació y donde viven sus padres. De los tres bautizos que Sergio Blasco tiene contabilizados en los siete años que lleva viviendo en Ruedes, dos fueron los de sus hijos, Jorge, que ahora tiene dos años y medio, y Carlos, quien, con cuatro meses de edad, recibió ayer el agua bendita de manos de Albino Laruelo. María es consciente de que la dependencia que la familia tiene del coche puede ser un problema cuando los pequeños tengan varios años más, pero, de momento, sólo en una ocasión estuvieron a punto de quedar bloqueados en casa, «por una nevada de esas que caen cada 50 años. Aún así, con ruedas de nieve y muy despacito, pudimos ir a trabajar». Sergio y María se muestran bastante convencidos de que no aportarán nuevos vecinos a Ruedes, pero tampoco es previsible que reduzcan el censo, porque tienen muy claro que la ciudad no les tienta e incluso si se les plantea la posibilidad de prosperar profesionalmente y tener una oportunidad en Madrid, dicen «para nada».
FUENTE:http://www.elcomercio.es/

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